Sobrevivir al veneno de tocar
Cuando era estudiante, sólo podía mantenerme frente a los apuntes si había un vinilo girando en el tocata, o el radiocasete preparado para grabar las canciones de la radio. Había programas míticos como aquel Rock 3 de Rafa Abitbol o Esto no es Hawaii, de Jesús Ordovás. Eran una mina para descubrir las nuevas canciones de la época y registrarlas en la cinta que siempre estaba preparada.¿Qué procesos químicos desencadena la música en nuestro cerebro, que sin mediar substancia alguna recorriendo nuestras venas, la puede convertir en una adicción tan potente? Si oír música llega a ser adictivo, interpretarla quizás aún más. Por eso, muchos se sienten empujados a subirse a un escenario una y otra vez. Sobrevivir al veneno de tocar que decía Antonio Vega en “Lo que tú y yo sabemos” (En el L.P. Dibujos Animados de Nacha Pop publicado en 1985).
Nacha Pop – Lo que tú y yo sabemos + La Chica de Ayer
Y volver, volver, volver.
No es menos cierto, que el agotamiento lleva a otros a arrojar la toalla. Hace unos meses Alex Cooper, ex líder de Los Flechazos y uno de los artífices del Purple Weekend, decía adiós tras treinta y cinco años de carrera. Extremoduro, otro grupo emblemático, va a colgar sus guitarras este año tras una gira de despedida. ¿Serán capaces de sobrevivir al veneno de tocar? Tampoco sería tan extraño verlos regresar algún día. Son muchos los que no han podido mantenerse alejados del público demasiado tiempo.
Recientemente tuve ocasión de ver a The Zombies en Madrid. Comenzaron en 1961 como banda Mod y posteriormente fueron adoptando sonidos de Pop barroco, Psicodelia, Rhythm and Blues o incluso Heavy Metal. Y The Who, que acaban de publicar un nuevo álbum. Comenzaron en 1962, sólo un año después que The Zombies y el mismo año que nacieron The Rolling Stones. The Kinks al año siguiente. The Beatles se les habían adelantado a todos ellos (1960).
Los miembros originales de estos y otros conjuntos superan los setenta años ¿Qué les impulsa a todos ellos a seguir componiendo, grabar, salir de gira, hacer miles de kilómetros, cambiar de ciudad cada veinticuatro horas, subirse a un escenario, cantar, tocar y moverse hasta quedar exhaustos? ¿Hasta cuándo? A su edad, la gente común lleva diez años jubilada. ¿Todo por la pasta? ¿El gran negocio del Rock and Roll? ¿O es “El poder de la Música” al que se refería mi amigo Jorge en un artículo reciente? La constatación de ese sobrevivir al veneno de tocar.
Y Antonio Vega lo llevó hasta las últimas consecuencias. Muchos años después de componer “Lo que tú y yo sabemos”, estaba tan deteriorado físicamente, que cuando actuaba, su cabeza y su rostro poco a poco iban cediendo, hasta quedar por debajo del micro. Antonio era poco más que un espectro, pero el veneno de tocar lo mantenía con vida y más que nunca, era capaz de estremecer a su audiencia. La imagen que abre este artículo es el cuadro de Picasso titulado “El Viejo Guitarrista Ciego”, que me recuerda vivamente a aquellos conciertos de un Antonio Vega exhausto. Era ese veneno de tocar, al que premonitoriamente se había referido muchos años antes, lo que le hacía superar el duro castigo infringido por la intensidad de su vida bohemia.
Nuevos grupos, los mismos anhelos.
El tiempo, el cansancio o los excesos acabarán -inexorablemente- bajando a todos de los escenarios. Por suerte, la renovación no cesa y continuamente surgen grupos. Butwelikeit ha hablado con dos prometedoras bandas emergentes en el panorama musical español para saber cómo viven la música. Una de ellas es Destino 48, una formación de Gijón, que acaba de sacar Caleidoscopios, su tercer disco en estudio. Lo están presentando en una gira que los llevará a ciudades como Madrid, Gijón, Sevilla, Salamanca, Valencia, Santiago, Bilbao o Barcelona entre otras.
Destino 48
¿Cómo y por qué os decidisteis a formar el grupo? ¿Qué esperabais de la música? ¿Qué ilusiones os invadían en aquellos tiempos cuando creasteis Destino 48?
Jaime, mi hermano mayor ya tenía una banda en Sevilla (los dos somos de allí). Cuando llegamos a Asturias en 2009 decidimos montar el grupo con unos cuantos amigos que Jaime tenía en la universidad (yo todavía estaba en colegio). Como cualquier banda de amigos, soñábamos con llenar algún estadio y pasarnos el día de gira ¡La vida del rockero y todo eso!
Tres discos y un montón de conciertos después ¿Pertenecer a una banda de Rock and Roll es como os habíais imaginado?
Tras tres discos y un montón de conciertos después a uno le va cambiando la perspectiva. No estoy seguro de cómo lo imaginábamos, pero seguro que no se parece en casi nada.
A estas alturas, ¿manda más el bagaje de la experiencia o sigue predominando la frescura que tienen las bandas en sus comienzos?
Bueno, creo que aún se combinan un poco las dos cosas, y ojalá no deje de ser así. Esto es un camino infinito y uno no deja de aprender. Vas llenando la mochila, pero creo que en cada disco tienen que pasar cosas nuevas.
Me recordáis a grupos y solistas como Leiva, Quique González y a esa banda fundamental del Rock en castellano que fueron Los Rodriguez. Del panorama internacional, ¿qué os ha influido más y que estáis oyendo en estos últimos meses?
Las referencias que mencionas son bastante acertadas, sobre todo cuando empezábamos. A día de hoy seguimos teniendo mucho que ver con todo eso, pero llevamos unos años ya muy atentos a lo que pasa también fuera. Dawes, Ryan Adams… Hay muchos que nos parecen fundamentales.
En la canción “Lo que tú y yo sabemos” (Del álbum Dibujos Animados de Nacha Pop), Antonio Vega, hablaba de “sobrevivir al veneno de tocar”. De esa forma aludía a una especie de adicción por interpretar y componer. Cuando la compuso, tenía más o menos la misma edad que tenéis vosotros ahora, ¿sentís ese enganche, ese veneno de tocar?
Absolutamente. Es difícil no engancharse al aplauso, pero es casi imposible no engancharse a tocar rodeado de amigos que crecen contigo. Todo cobra más sentido así.
Tuve ocasión de veros hace días en vuestro concierto en Gijón. Llenasteis el local, había gente de todas las edades, pero especialmente de veintitantos ¿Sigue siendo el Rock and Roll una música para jóvenes?
Dicen que cada vez lo es menos. Parece que el Rock está dejando de molar y que ahora el Trap y demás estilos se imponen. Bueno, es la evolución que está teniendo la música y creo que hay que tratar de entenderlo. Quizás el Rock termine siendo un estilo marginal como el Jazz o quizás vuelva a ocupar el primer puesto. En cualquier caso, nuestro circuito es este, no hay que compararse.
Otra canción para preguntaros por otro sentimiento. En el segundo LP de Los Secretos (Todo Sigue Igual, 1982), había un tema titulado “Cuando las Luces se Apagan”. En él, sus autores (E. Urquijo-P.A. Diaz) se referían a ese momento en el que termina el concierto, la gente se va y el músico vuelve a ser la persona real. ¿Cuándo estáis en el escenario os convertís en otras personas distintas a quienes normalmente sois?
Cuando te subes al escenario (y en general cuando haces cualquier obra artística) en mi opinión la música es siempre más importante que el intérprete o el artista. Tiene que serlo. Así que tampoco cambiamos tanto. Somos buenos amigos, todos tenemos nuestros curros o estudiamos y tratamos de hacerlo de forma honesta y cuidada. No hay mucho más secreto.
Destino 48 – Match Point
Otra de las bandas con mucho que decir entre las surgidas recientemente en el panorama del Rock nacional es To Brave My Soul, cuyo primer L.P. ya está disponible. Rafa Pastor es el artífice de este prometedor nuevo proyecto.
Rafa, tras pasar por varias bandas, decides lanzarte en solitario como To Brave My Soul. Un nombre muy bonito, por cierto. ¿Por qué este nombre y cómo surge?
El nombre surge porque no quería algo que sonase a típica banda de rock y necesitaba una frase. Pensé en varias frases con un significado dramático y me vino a la cabeza To Brave My Soul que viene a ser “Para desafiar mi alma”
El panorama musical no es fácil, y menos si quieres hacer música de calidad. ¿Qué esperas aportar con TBMS y a quién te gustaría llegar?
Espero aportar inspiración y generar emociones en toda la gente que me escuche. Que mis temas generen recuerdos de momentos vividos en la vida de otras personas.
Mi música va dirigida a todo el mundo.
El primer L.P. se denomina So Much 27, un disco de gran solidez en el que se perciben influencias diversas; desde sonidos New Wave (como The Cure), el Grunge (Nirvana, Pearl Jam) y el Rock Alternativo (en alguna canción me recuerdan mucho a Better Than Ezra). ¿Qué bandas te han influido más?
Pues empecé en este lío cuando era un chaval y fue gracias a Nirvana, que supuso una revolución hasta en mi forma de pensar, de vestir y en general de la música que escuchaba.
Con los años me han influido muchas bandas como The Cure, Joy Division, The Smiths ,The Police, Red Hot Chili Peppers, Richard Aschroft, David Bowie, Héroes del Silencio etc..
Hace muchos años, Antonio Vega en una de sus canciones hablaba de sobrevivir al veneno de tocar para describir su necesidad de subirse a un escenario y cantar ¿Sientes algo parecido?
Para mí no es una elección subirme a un escenario, es algo que de alguna forma llevo en la sangre, es una liberación y a su vez, aunque suene exagerado como un exorcismo.
Ahora este año empezaré con los directos, llevo mucho tiempo sin esa adrenalina que me hace falta y lo noto cada día. Nunca he podido rechazar un concierto, aunque por condiciones quisiese hacerlo.
Tocar es un placer, pero a veces tienes que ir a ciertos sitios que no te apetece nada y lo haces y no siempre te sientes bien ni con tu actuación ni contigo mismo, pero en mi caso algo me obliga, aunque esté sufriendo.
Y al revés ¿Has tenido alguna vez ganas de salir corriendo antes de una actuación? Ese miedo escénico.
Me ha llegado a dar un ataque de pánico en pleno escenario, no podía respirar y empecé a pensar que me iba a morir allí delante de todo el mundo. Aguanté, pero acabé la actuación muy mal.
Otra vez recibí un calambrazo del micro en plena boca y también estuvo la cosa complicada.
Y en otras ocasiones me ha tocado lidiar con encargados de salas que parece que no saben lo que es la música en directo y te reciben bastante mal por decirlo de una forma correcta.
¿Qué sientes cuando las luces se apagan, se desenchufan los instrumentos y la gente abandona el local? ¿Vuelves a ser Rafa Pastor a diferencia del músico que encarna TBMS? ¿El músico lo es 24/7 o solo cuando toca, actúa y graba?
Lo primero que siento tiene que ver con como haya sido la actuación, a veces un vacío inmenso y hasta arrepentimiento de haber tocado. Otras veces soy la persona más feliz del mundo y es como si me hubiese quitado un peso de encima. Y muchas veces agradecimiento a la gente que ha venido a verme.
No suelo salir de un concierto sin sentirme o muy bien o muy mal. Es mucha alegría o un cabreo tremendo. Han sido muchos conciertos a lo largo de mi vida y espero que los mejores vengan como To Brave My Soul.
En mi caso, soy músico hasta durmiendo.
To Brave My Soul. Strange Storm
http://open.spotify.com/album/74XW6dvtspzzEGjcQ8YGH0
Creo que las palabras de Quique González (uno de los músicos que han inspirado a Destino 48) en una entrevista reciente, sirven de perfecto colofón a este artículo.
“…. si tienes el veneno de la música dentro ya tienes que intentar vivir o, más bien, sobrevivir con ella. He visto amigos que llenaron conciertos y ahora no son capaces de meter 30 personas en un local y músicos que casi malviven pero no por eso tiran la toalla”
Quique Gonzalez y Los Detectives en el Mad Cool