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Mi vida entre las hormigas

La historia de Ilegales

Detrás de un nombre tan común (que no vulgar : ) como Jorge Martínez, encontramos una de las personalidades más sorpredentes del panorama musical nacional. En su Asturias natal, junto con su hermano Juan Carlos y David Alonso en la batería, forman el trío Madson en el año 1977. Posteriormente fueron Los Metálicos y, con la salida de Juan Carlos en el bajo y la entrada de Íñigo Ayestarán, pasan a ser Ilegales. Con este nombre, el grupo alcanzaría el éxito masivo a mediados de los ochenta. Su música es rock aunque también bebe de muchas otras influencias como el punk y ska. De hecho, uno de sus últimos proyectos, Jorge Ilegal y los Magníficos, consiste en un grupo de versiones de canciones de orquestas de baile, abarcando un período desde el final de los años 20 hasta el momento anterior a la aparición de los Beatles: boleros, mambos, twists…

Desde niño, Jorge Ilegal muestra un interés por rebelarse contra el orden establecido y canaliza ese espíritu insumiso a través de la violencia. Con apenas doce años sus padres deciden enviarlo a un colegio mitilarizado por su carácter incontrolable, y en sus propias palabras: «Fue como hacer la mili antes de la mili. Aprendes muchas maldades a una velocidad que de otra forma sería imposible. Ese colegio me convirtió en un auténtico hijo de puta». Para comprar su primera guitarra se apuntó a todos los concursos de pintura con dotación económica porque su familia era muy conservadora y no veían con buenos ojos ese interés por la música.

Una de sus obsesiones de la infancia, que arrastra a la edad adulta, son los soldados de plomo. En la actualidad, en su casa tiene neveras llenas de moldes y productos para hacer las figuras. «Hacer realidad tus sueños infantiles, los más puros que hay, es un resorte muy importante hacia la felicidad». La relación con su padre no era sencilla -dos personalidades de mucho carácter que estaban en permanente conflicto-, así que a los veinte años decide marcharse de casa y se gana la vida como músico de orquestas. Y, convencido de que las leyes son hechas por los poderosos para ellos mismos, también decide abandonar la facultad de Derecho y centrarse exclusivamente en la música.

El primer disco de Ilegales, ante la negativa inicial de su discográfica, finalmente es publicado por Victor Manuel que lo coloca en EPIC (CBS) a través de la Sociedad Fonográfica Asturiana, que trabajaba en un ámbito más local y con grupos más orientados al folk que al rock. A pesar de las reticencias iniciales de la compañía, fue un éxito rotundo con 150.000 copias vendidas: espíritu punk, bien tocado.

Créditos del primer disco de Ilegales, en el año 1984, del que se vendieron 150.000 copias

El documental Mi vida entre las hormigas recorre todo ese impulso creativo del grupo asturiano, desde sus inicios hasta la actualidad, desglosando simultáneamente la realidad social y política de la Asturias posterior a los años de la Transición. Muchas de las letras del grupo hablan de aquellos tiempos difíciles de reconversión industrial (el Norte está lleno de frío), y otras visionarias que podrían extenderse a nuestros días (Europa ha muerto).

Una de las leyendas más extendidas de Jorge Ilegal es que siempre iba pertrechado de su palo de hockey por los bares de Gijón, por si la ocasión lo requería. Esta especie de Malcom McDowell patrio, amante de la ultraviolencia, por entonces también es conocido en su ciudad como Jorge Loco.

Sobre ese pasado violento juvenil, en palabras del propio Jorge: «En cualquier arte es absolutamente necesario volverse loco, y luego recuperar la cordura justo a tiempo. Ese es el ejercicio que realmente renta a la hora de producir obras que tengan cierto valor. Así que no me importa tontear con la locura de vez en cuando. A veces el camino es muy estrecho y el regreso se hace difícil, pero está bien hacerlo, no hay otra manera».

Sorprende que detrás de esa personalidad tan excesiva y provisto de esa coraza descreída y escéptica hacia el mundo («No voy a besarte / sólo soy un desertor / yo no sé nada / de palabras de amor», Princesa Equivocada), también hay un artista con la sensibilidad para crear, por ejemplo, este magnífico tema antibelicista: Ángel Exterminador

Las sustacias psicoactivas

Con el éxito masivo, llegó el dinero e incluso giras internacionales por Sudamérica. Precisamente, ese momento profesional dulce arrastra una deriva peligrosa. Willy era siete años más joven que David y Jorge. Al final terminó saliendo del grupo porque, según Vijande, «se le acabaron las ganas de tocar». La convivencia se va perdiendo por continuas discusiones y las adicciones que cada uno arrastraba. El exceso de alcohol y drogas termina por agotarlos. El precio para Jorge no es tan alto porque nunca se atrevió a probar la heroína, solo alcohol y sustancias psicoestimulantes: «El dinero es peligroso, sirve para algunas cosas pero no para todo. No me puse a tocar ni para ligar, ni por reconocimiento…  Yo estoy en esto por la música, estoy aquí por la sopa, por la sopa sonica». David Alonso, el batería, fue el más afectado de los tres en aquellos años de excesos y llega a un punto en el que no puede ni siquiera ir a ensayar. Así que la formación inicial termina e Ilegales pasa a ser un quinteto. Por el camino cayeron muchos amigos.

Oye tú, tú que me miras…

De su segundo disco, se grabó en el último momento porque no tenían suficientes canciones. Y resultó un pelotazo inesperado incluso para ellos mismos. «Agotados de esperar el fin» era el tema que ellos preferían como single, pero la discográfica eligió «Soy un macarra». Con la canción que iban a desechar, acabaron ganando más dinero del previsto.

Vivir, queramos o no, ha de costarnos la vida. Jorge Ilegal

La mayoría de de los músicos que han tocado con Jorge destacan su perfeccionismo extremo. Igor Paskual -también autor de canciones muy interesantes como Viviendo en la entropía– recuerda que, en uno de los primeros conciertos con Ilegales, Jorge se acercó y le dio un cabezazo porque se había confundido en un acorde. Paskual, perplejo, le preguntó qué estaba haciendo, y Jorge Ilegal responde: «Ya me irás conociendo, tengo métodos bastante expeditivos para que mis bandas suenen de puta madre. Seguro que no te vuelves a equivocar».

Otra de las características que destacan de Martínez es su personalidad expansiva, y a ratos imprevisible, así como su forma particular de expresarse, con giros gramáticales latinizantes que parecen sacados de otro siglo.  Como guitarra rítimico es muy solvente, toca limpio, dejando mucho espacio.  De joven parecía más mayor, pero ha sido cumplir años y rejuvenever con el paso del tiempo. De ahí que también le conozcan como el Vampiro. Todo un personaje.

Ilegales David Alonso, Jorge Martínez y Willy Vijande (formación clásica)

María Teresa Campos

De las muchísimas anécdotas que recorren la historia de Ilegales, es imposible pasar por alto el encuentro en los estudios de TVE con María Teresa Campos. El grupo tenía que grabar una actuación para televisión y venían de reenganche de una discoteca en la calle Princesa. A Jorge tuvieron que ir a buscarlo a casa de una presentadora de televisión con la que tenía un lío. La cuestión es que, antes de la grabación de la actuación de Ilegales, coincidieron detrás del escenario con las bailarinas de otro espectáculo. El batería, Alfonso Lantero, se dirigió a ellas preguntándoles si no se iban a quitar la parte de arriba (es de suponer que para hacer una proposición así, en medio de los estudios de Televisión Española, no estarían en muy buenas condiciones), a lo que las chicas, con buen criterio, respondieron que, si querían que les enseñasen algo, ya podían empezar ellos enseñándoles lo suyo. Craso error.

Como no debían estar muy sobrios, dicho y hecho, Alfonso y Jorge sacan sus partes pudendas afuera y el azar quiso que en ese momento entrase en escena María Teresa Campos. Al batería no lo llega a ver porque está de espaldas, pero la Campos se encuentra, frente a frente, con los genitales de Martínez y le dice a gritos que es un guarro. Martínez le responde «Tú calla, que esto para ti no es, que hueles a nicho». Campos comienza a perseguirlo mientras el cantante trata, como buenamente puede, de guardarse sus atributos y aguantar la retahíla de insultos de María Teresa corriendo detrás de él.

Pocas actitudes más punk e iconoclastas que ir a televisión con la intención de grabar un tema y terminar enseñándole la chorra a María Teresa Campos.

Hoy no hay sonrisas

Algunas partes del documental son muy emotivas, como cuando Jorge recuerda aquellos años de excesos en los que perdió una novia muy querida por culpa de la heroína. Y especialmente por la muerte de Alejando Espina, el bajista de la formación, por un infarto hace apenas tres años, cuando la banda iba a comenzar una nueva gira. Jorge relata infinidad de aventuras a su lado, que lo vio crecer, y lo duro de perder a alguien tan cercano, una persona sana y joven, de solo 45 años, con esposa y una hija pequeña. Es quizá el peor momento para la banda. El dolor por el compañero ausente. La incertidumbre sobre cómo superar su duelo y qué hacer después.

Tras la mascarada del discurso de amante de la violencia («ser manso es peligroso, si no luchas te matan»), Jorge Martínez se decubre como un artista con una gran sensibilidad y principios firmes, amigo de sus amigos, y al que, en ocasiones, quizás le haya podido sobrepasar en exceso ese afán protector hacia el grupo y su entorno. Es una gran noticia que estén de vuelta. Larga vida a Ilegales.

Aquí podéis ver el magnífico rockumental de Juan Moya y Chema Veiga «Mi vida entre las hormigas», sobre la historia de Jorge Martínez e Ilegales. Sincero, sin artificios y conmovedor.

El próximo sábado 25 de mayo Ilegales desembarca su Rebelión Tour en Madrid, aquí os dejo el enlace para las entradas en La Riviera.

 

En cualquier arte es absolutamente necesario volverse loco, y luego recuperar la cordura justo a tiempo. Ese es el ejercicio que realmente renta a la hora de producir obras que tengan cierto valor. Así que no me importa tontear con la locura de vez en cuando. A veces el camino es muy estrecho y el regreso se hace difícil, pero esta bien hacerlo, no hay otra maneraJorge Ilegal

 

    

«Señora, si no le gusta mi careto, cambie de canal», Jorge Ilegal durante una actuación en TVE

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